Ni tanto ni tan calvo. Decía en la anterior entrada que no me gustan las nubes del Polo. Y es cierto, no me gustan y ya está. Además cuando está nublado se ven más y se escucha el típico comentario de corrillo de taberna: 'Es que cuando está nublado las fábricas tiran más'. Pues eso no hay quien lo cambie. Aunque me parece un atropello que mañana vengan a cerrar Foret desde Barcelona. No me gusta que se cierren fábricas. No me gusta que siga aumentando el desempleo en nuestra tierra. No me gusta que no se busquen soluciones desde la Junta de Andalucía, administración competente, para las fabricas que van a pegar el cerrojazo. No me gusta que se hable de hoja de ruta, cuando la ruta siempre es la misma: el cierre. No me gusta ver a mi gente sin futuro, en una cola tras un cartel verde rellenando un perfil. No me gustan los empresarios que se han aprovechado mientras nos echaban mierda y ahora que no pueden echarla, cierran. No me gustan los sindicatos comprados. No me gustan los favores políticos. Ni la apatía, ni la poca vergüenza...
¿Sabéis qué me gustaría? Que el AVE o el avión que deja en Sevilla a los empresarios catalanes que vienen mañana a presentar un ERE a la central de Foret en Huelva se averiase: por lo menos se dilataría en el tiempo una crónica de una muerte anunciada y permitida por todos.
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