Comienza el mes de febrero y ya huele a incienso. Ya se escuchan las marchas sonando en la lejanía, aunque las cornetas y tambores resuenan desde un hilo musical. La Casa Colón de la capital onubense se ha ataviado estos días con una muestra de arte cofrade que inunda sus rincones de santos y vírgenes. Una muestra que permanecerá durante todo este mes de febrero y que cerrará sus puertas en marzo. Aún en la ciudad no se ha comenzado a hablar de carnaval cuando ya resuenan los ecos cofrades. Hasta el momento, todo perfecto y divino. Soy carnavalero y cofrade, como muchos onubenses, que también son rocieros, colombineros, cinteros, sansebastianeros... La Semana Santa se ha metido de lleno en las fechas carnavaleras, para organizar la mayor muestra que se hace de estas características. La verdad es que eso no es incompatible y me parece muy bien, pero... ¿Qué pasaría si en plena celebracion de la Semana Santa hubiera agrupaciones de carnaval cantando por la calle?
Cuento ésto sin afán de polemizar ni enfrentar. Es simplemente una reflexión en voz alta. Sobre todo, por un hecho ocurrido el pasado año, donde tacharon a miembros de nuestra chirigota de irrespetuosos. Y os relato lo sucedido. Era un día en que teníamos que cantar en el teatro y desde la Iglesia de las Agustinas salía un paso de manera excepcional, ante de la semana grande. Cuando todos los cofrades estaban allí viendo el paso, miembros de nuestra chirigota se dirigían a la plaza de las Monjas, donde habíamos quedado para hacer pasacalles hacia el teatro, en el pase de semifinales. En ese recorrido, donde pasan estos chirigoteros disfrazados por medio del tumulto de cofrades se escucharon voces: "Esta gente que hacen disfrazados por aquí... qué falta de respeto". Ésto mismo se dijo de manera oficial a nuestra chirigota por algún miembro que comparte aficiones.
Ante ésto mi pregunta es: ¿Quién falta el respeto a quien?
1 comentario:
Muy bien señor periodista. Pero elevelo a su medio de comunicación, haga un debate público.
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